Paisaje en invierno, sepia. Las hojas crujen bajo mis pies desnudos. Un cortejo de hadas acompaña mi andar mientras busco tus brotes aletargados y moribundos, como la sabia en tus venas. Te perdiste entre la niebla y las ramas secas de los arboles. Esquivo, vagabundo atormentas tus sentimientos en naufragios solitarios. Transformándote en corteza te excluyes de mí y de todo. Te alejas a un mundo lleno de nostalgias y muertes. Yo apenas conservo tu espacio, sentada en este banco desierto, por si decides volver y tejerme de versos las hojas caídas. Mientras, las hadas soplan inviernos escondidas en los arboles.
[Luduen]
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